13 de abril de 2011

Tu.

Me miras, te diriges a mí, me apartas delicadamente el pelo de la cara, me sonríes y me susurras al oído, mientras tu mano roza suavemente la mía. Pero no puede ser, es imposible. No puedo arriesgarme a perder lo que ya tengo por ti. Conoces mis gestos, sabes lo qué deseo, sabes por qué estoy aquí, pero renuncio a ti. Sólo podemos estar juntos en mis sueños.

No puedo perder lo que ya tengo, algo bueno y duradero por ti, por tus directas miradas, por tus delicados gestos, por tus amables palabras, por alguien al desconozco complemente. Pero tú insistes hábilmente con tu dulce canción, obligándome a verte, a escucharte y a sentirte.Ahora es cuando sé que estás ahí, en la distancia, cuando sé que puedo disfrutar pero todo gira y cambia de repente, pues me doy cuenta de que el tiempo se termina, un curso se va, y con él me voy yo, alejándome de ti para siempre. Aunque te tendré en mis más profundos pensamientos, en cualquier momento que te extrañe, te recordaré y la ternura recorrerá mi cuerpo otra vez para sentirme como cuando fijabas tus ojos en mí y me hacías ruborizar vergonzosamente.




No hay comentarios:

Publicar un comentario