28 de enero de 2011

Y sin dudar te sigo

Me llamas a las tres de la mañana porque quieres cambiar el tono de salón , que te quieres morir súbitamente , todo esto pasa últimamente. Antes de que amaneciera, salí huyendo de tu cama. En tu espejo un testamento: “No nos queda nada”. Un taxi nos espera , y el mundo se acelera. Cien mil bares dando vueltas y tu y yo en esta noria. Y sin dudar te sigo hasta el aeropuerto para ver tumbados en el suelo despegar un avión en el cielo y sin dudar tu me plantas un beso. Tropezamos de repente, como en un nuevo 11S. Sonreíste a quema ropa, contra el filo de mi boca. Y susurraste que el pasado solo es como un día malo. No consigo recordar cómo he llegado hasta aquí, solo sé que estoy borrando lo que un día te hizo daño.
Tú me enseñas que, se puede querer lo que no ves.

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